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PÉRDIDA DE AUDICIÓN NEUROSENSORIAL O SORDERA NEUROSENSORIAL.
Es el término que se le designa a la enfermedad resultante de las pérdidas auditivas tanto unilateral como bilateral, que implican la responsabilidad de elementos sensoriales de la cóclea o el nervio auditivo quien es el responsable de llevar los estímulos auditivos al cerebro para que sean interpretados debidamente.
DICHA AFECCIÓN PUEDE VERSE RELACIONADA CON DISTINTAS CAUSAS, PERO LAS PRINCIPALES DE ELLAS EN BEBÉS SON:
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A menudo si la madre experimentó rubéola (sarampión alemán) cuando está embarazada.
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Una malformación en el oído interno.
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Inyecciones durante el embarazo.
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Complicaciones durante el parto.
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Parto prematuro.
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Predisposiciones hereditarias.
CLASIFICACIÓN
CONGÉNITAS: es la causante aproximadamente de 50% de todas las pérdidas auditivas congénitas en bebés y se asocia a:
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Displasias: en los diferentes tipos que se conocen, se asocia principalmente con las malformaciones que se han encontrado en distintas partes del oído interno (laberinto óseo y membranoso), es importante resaltar que son el 65% de los casos de sorderas bilaterales.
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POLISINTÉTICAS:
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Autosómicas recesivas: a estas pertenecen del 75 – 80% de las SNS.
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Autosómicas dominantes: 18 – 20% están netamente ligadas al sexo.
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MONO SINTOMÁTICAS:
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Son basadas en patrones hereditarios.
DATOS EPIDEMIOLÓGICOS:
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32 millones de niños en todo el mundo se ven afectados por pérdida auditiva.
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Aproximadamente 1 / 1.000 nacidos vivos y 1 / 100 lactantes la padecen.
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60% de ellas se podrían prevenir
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